Panamá la Vieja: Historia Viva de la Primera Ciudad en el Pacífico
Panamá la Vieja, también conocida como las **Ruinas de Panamá Viejo**, es uno de los sitios históricos más emblemáticos de América Latina. Declarada **Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO** en 1997, representa los vestigios de la primera ciudad europea fundada en la costa del Pacífico de América.
Fundación y esplendor
La ciudad fue fundada el 15 de agosto de 1519 por el conquistador español Pedrarias Dávila, convirtiéndose en el punto de partida para la exploración y conquista del Perú, así como en un centro estratégico para el comercio transoceánico. Desde allí, partían las riquezas extraídas del continente hacia España, lo que convirtió a Panamá en un lugar clave dentro del sistema colonial.
Durante más de un siglo, Panamá la Vieja fue una ciudad próspera, con iglesias, conventos, plazas, hospitales y casas que reflejaban el poderío de la Corona española y la importancia del istmo como puente entre dos océanos.
La destrucción de la ciudad
El esplendor terminó en 1671, cuando el famoso pirata inglés **Henry Morgan** atacó y saqueó la ciudad. El incendio que se desató durante la invasión destruyó gran parte de la urbe, obligando a los sobrevivientes a trasladarse a lo que hoy conocemos como el **Casco Antiguo de Panamá**, fundado en 1673.
Lo que queda hoy
Actualmente, los visitantes pueden recorrer las **ruinas arqueológicas** que aún se conservan, entre ellas:
* **La Torre de la Catedral**, uno de los símbolos más reconocidos de Panamá.
* Restos de conventos como el de **San Francisco y La Concepción**.
* Ruinas de hospitales y casas coloniales que muestran cómo se organizaba la vida en la época.
El sitio cuenta con un **museo y centro de visitantes** que exhibe piezas arqueológicas, maquetas y material audiovisual que narran la historia de la ciudad.
Importancia cultural y turística
Panamá la Vieja no solo es un lugar para conocer el pasado, sino también un espacio que conecta a los panameños con sus raíces. Se celebran actividades culturales, educativas y recreativas que mantienen viva la memoria de la primera ciudad en el Pacífico.
Visitar este sitio histórico es viajar en el tiempo y comprender cómo el istmo de Panamá siempre ha sido un punto estratégico de encuentro entre culturas, rutas comerciales y civilizaciones.
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